Terapias
Cuando la vida nos plantea retos y obstáculos, y nuestra forma de ver el mundo y movernos en él no nos ayuda a conseguir nuestros objetivos, aparece el malestar psicológico. Este malestar se puede manifestar de muchas formas, y puede derivar en diversos problemas o síntomas a tratar en terapia, como por ejemplo:
- Estados ansiosos.
- Estados depresivos.
- Ideas obsesivas.
- Fobias.
- Baja autoestima.
- Dependencia emocional.
- Procesos de duelo.
- Problemas adaptativos.
- Dificultades relacionadas con la orientación y la identidad sexual.
En el proceso terapéutico, mediante la exploración de tu historia y de tu forma de construirla, trabajaremos en común para generar alternativas de pensamiento y acción que te ayuden a conseguir el cambio que necesitas.
La creación de una pareja supone la negociación entre sus miembros para construir una visión más o menos consensuada que les permita navegar juntos. De la misma forma que individualmente cambiamos a lo largo de nuestra vida, las relaciones de pareja también atraviesan ciclos y crisis que ir superando. Algunos de los problemas de pareja que pueden surgir son:
- Discusiones demasiado frecuentes.
- Aburrimiento y apatía.
- Diferencias en la crianza de los hijos.
- Problemas con la propia familia o la del otro.
- Falta de deseo sexual.
- Desconfianza e infidelidades.
- Pérdida de motivación en el proyecto común.
- Falta de comunicación.
- Distancia emocional.
La American Psychological Association (APA) reconoce que las personas que pertenecen al colectivo LGTBIQ pueden experimentar situaciones que son específicas de este grupo, por lo que pienso que es de vital importancia que los profesionales que trabajan con estos casos estén dotados de unos conocimientos y una sensibilidad especiales que les permitan comprender la diversidad de situaciones y abordar el caso con total respeto por la situación personal del cliente.
A parte del estigma y las diferentes formas en que éste puede manifestarse en la vida de una persona LGTBIQ, algunos de los problemas específicos que se pueden presentar son:
- Dificultad para asumir la propia orientación afectivosexual.
- Conflictos familiares en relación a la homosexualidad o transexualidad.
- Secuelas derivadas del acoso homófobo.
- Dificultad para "salir del armario".
- LGTBIQfobia interiorizada (culpa, vergüenza).